viernes, 25 de abril de 2014

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LA SENTENCIA DE JOSÉ ORTEGA Y GASSET

 (Publicado en El Universal 17/10/2004)

"El totalitarismo salvará al liberalismo, destiñendo sobre él, depurándolo, y gracias a ello veremos pronto a un nuevo liberalismo templar los regímenes autoritarios". Así concluye su obra cumbre La Rebelión de las Masas el filósofo y maestro eterno don José Ortega y Gasset, quien falleció el 18 de octubre de 1955.

Si la costumbre jurídica es considerada como la fuente directa y la más antigua fuente formal del Derecho, vale destacar que entre los usos y convencionalismos sociales que no se transforman en costumbre jurídica, está el consentimiento tácito del pueblo que se empeña, una y mil veces, en ignorar, hacer caso omiso, del mandato contenido en la Ley, lo cual no es más que la obstinación colectiva de permanecer como muchedumbre atolondrada que niega con sus palabras el salvajismo, pero acepta y afirma semejante modo de vida, no por lo que dice, sino por lo que hace.

De acuerdo con Ortega existe la violencia como vehículo necesario al que se recurre cuando se han agotado todos los medios para defender la razón y la justicia. Se distingue la civilización de la barbarie, porque aquélla utiliza la fuerza como ultima ratio y ésta la proclama como prima ratio.

Siendo la característica fundamental del "hombre-masa" la de sentirse vulgar y negar cualquier instancia superior, el autor nos ilustra: "La masa se dice: El Estado soy yo'... Pero el caso es que el hombre-masa cree, en efecto, que él es el Estado y tenderá cada vez más a hacerle funcionar con cualquier pretexto, a aplastar con él toda manifestación creadora que lo perturbe... en política, en ideas, en industria". Algo irracional debido a que "mandar no es tanto cuestión de puños como de posaderas".

Uno de los más grandes intelectuales de Venezuela, don Guillermo Morón, señaló en su Historia Política de José Ortega y Gasset: "Los 26 puntos que forman el Programa de la Falange Española Tradicionalista y de las Juventudes Obreras Nacional-Sindicalistas, octubre de 1934, tienen afincaderos en muchas prédicas orteguianas, con excepción de cuestiones de orden religioso y tradicional... Se sabe además de la admiración del mozo José Antonio Primo de Rivera por el maestro. Si no se hubiera dejado tentar por el fascismo, hubiera sido aquél un buen campeón de las doctrinas de éste". Interpretación del hecho histórico lamentable, primero porque el filósofo expresó con claridad que el bolchevismo y fascismo son "dos claros ejemplos de regresión sustancial" y segundo porque reflexionar sobre qué hubiera sido de la Falange Española sin la contaminación fascista, pertenece al reino de la ficción y jamás tendrá cabida en el método orteguiano de la "razón histórica".

Al margen de la diatriba que acusó a Ortega y Gasset como “poco original”, rastreamos la célebre frase en las Meditaciones del Quijote, obra del período conocido como perspectivismo: "Yo soy yo y mi circunstancia, y si la salvo a ella no me salvo yo".
Cuando enferma la democracia, sencillamente deja de existir; y la salud "depende de un mísero detalle técnico: el procedimiento electoral". Recordamos que Roma, según el maestro, al comienzo del siglo I a.C. fue toda poderosa, aunque estaba muy cerca de extinguirse porque su régimen electoral era falso. Así, para quienes pretenden conquistar espacios o parcelitas de poder, valga la sentencia: "Si usted no quiere supeditarse a ninguna norma, tiene usted, velis nolis, que supeditarse a la norma de negar toda moral, y esto no es amoral, sino inmoral".

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